Las mejores sesiones de recién nacido se realizan entre los 5 y 15 días de vida, cuando el bebé aún mantiene las posturas naturales del vientre materno y duerme profundamente, permitiendo capturar imágenes más serenas y relajadas.
La comodidad del bebé es lo más importante. La sesión se realiza en un entorno cálido, con luz suave y en un ambiente tranquilo para que el bebé esté relajado. Se utilizan mantas, gorritos y accesorios delicados para aportar ternura a cada imagen.
Cada gesto, cada sonrisa involuntaria y cada pequeño detalle cuentan una historia. Estas fotografías serán un tesoro familiar que permitirá recordar siempre esos primeros días de vida de una manera única y emotiva.
Antonio Priego © Diseño y desarrollo EME Digital